El Mapa Integrado de Amenaza por Movimientos de Ladera inducidos por lluvia en el Área Metropolitana de San Salvador (IPGARAMSS, 2008) establece como zona de alta y muy alta amenaza prácticamente la totalidad de la ladera este del Picacho. Esto significa que en toda esta zona hay una probabilidad alta o muy alta de que se desencadenen movimientos de ladera debido a las lluvias.
En esta misma vertiente del Picacho se tienen registrados por lo menos dos antecedentes, de dimensiones mucho mayores. El primero fue en 1934, y no ocasionó daños al no estar poblada la parte baja de la ladera. El más reciente, en 1982, ocasionó un desastre pues el volumen de material movilizado (alrededor de 140,000 m3) provocó centenares de víctimas en la colonia Montebello. En comparación, en el movimiento de octubre de 2008 se desplazaron 3,000 m3 de material, pero no afectó zonas habitadas.
Desde que se desencadenó el movimiento de ladera en octubre, técnicos del programa IPGARAMSS de Geólogos del Mundo (GM) han apoyado a la municipalidad de Mejicanos en el seguimiento del caso. Se realizaron dos inspecciones de campo a la zona del lahar, y se redactaron los informes técnicos a partir de lo observado. Adicionalmente, se coordinó y colaboró con el SNET para la descripción técnica del evento.
Se concluyó que las condiciones de alto riesgo de la zona de San Ramón, Montebello y alrededores se deben al alto nivel de amenaza por movimientos de ladera en la mayor parte de las vertientes del Picacho, y a la vulnerabilidad de la población por exposición a las posibles rutas de circulación de dichos movimientos. Estas condiciones de amenaza no son nuevas, y difícilmente van a cambiar en el futuro, por lo que las intervenciones deben centrarse en reducir la vulnerabilidad.
Cuando se habla de evaluar la vulnerabilidad de la población, adicionalmente a los factores geológicos se deben tener en cuenta los factores socioeconómicos e institucionales, así como los procesos que han generado las presentes condiciones de riesgos, todos aspectos que no han sido analizados hasta ahora y están directamente relacionados al riesgo existente.
La recomendación de Geólogos del Mundo es realojar a, por lo menos, los vecinos que se ubican en el cauce de las quebradas (o en las zonas adyacentes a estas) que drenan la ladera este del Picacho. Para ello se debe elaborar un mapeo detallado de todas las colonias y comunidades que se encuentran en esta situación y cruzar esta información con la cartografía de lahares.
Asimismo, es importante mantener un monitoreo diario de acumulados e intensidades de lluvias y disponer de un Sistema de Alerta Temprana (SAT) que pueda activarse en caso de superar los umbrales de lluvia establecidos. Para el buen funcionamiento de cualquier SAT es necesario un alto nivel de organización de las comunidades y buena coordinación de las diferentes instancias que forman el Sistema de Protección Civil para hacer frente a una posible alerta.
Otras instituciones competentes han hecho evaluaciones preliminares de posibles obras de mitigación en la zona. Estas obras están dirigidas a la reducción de la velocidad del flujo, y a la reducción de la carga sólida o canalización de la misma, pero su costo es muy elevado. Su objetivo es reducir el grado de amenaza, pero bajo ningún concepto deben ser realizadas para permitir el desarrollo urbanístico del área expuesta a la amenaza ya que con ellas no se va a eliminar el riesgo en su totalidad. De realizarse cualquier tipo de obra se debe prever un plan de mantenimiento.
Actualmente, GM participa en el proceso de revisión y actualización del Plan de Emergencia Municipal junto con otras organizaciones que trabajan en Mejicanos. Paralelamente, se está desarrollando un Plan de Contingencia de la zona de San Ramón, Montebello y alrededores para un posible evento de lahar en la quebrada Las Lajas.